¿Una consola más barata pero cuya sangre es la misma que la Xbox Series X? Sí, parece ser posible que la biblioteca de lanzamientos digitales más grande quepa en la consola más pequeña de la historia de la marca: la Xbox Series S. Así que, chequémosla y veamos que trae para ofrecernos.

1: Diseño 

Primer punto que repetiremos sobre la Xbox Series S: Es la más compacta de su historia con 27.5 cm de largo, 6.5 cm de grosor y 15.1 cm de fondo, siendo muy ligera y súper estilizada, además de tener: 

• Color blanco y líneas simples y sencillas adornadas sólo con una rejilla de ventilación negra en su lateral (siguiendo la cromática de la Serie X).
• Control inalámbrico Xbox con gatillos y botones texturizados, control de dirección híbrido, asignación de botones, tecnología bluetooth® y botón “Compartir” dedicado para cambiar rápidamente de dispositivo, incluyendo Xbox Series X|S, Xbox One, PC Windows 10 y Android.
• Panel frontal completamente despejado, sólo con excepción del puerto USB 3.1, el botón de sincronización y el indicador luminoso de la marca. 
• Apoyo sobre sus lados más anchos o estrechos, por lo que encontrarle un espacio es muy sencillo. 

Por supuesto, esta sutileza será a prueba de gustos, aunque a nosotr@s, nos agrada bastante su aspecto discreto, funcional y contemporáneo. 

2: Procesador y gráficos

Y, ahora, pasemos al feature esencial de cualquier consola: Su procesador, el cual en la Xbox Series S, tiene las siguientes características: 

• Arquitecturas Zen 2 y RDNA 2 de AMD y 8 núcleos con frecuencia de 3.6 GHz.
• Velocidad redefinida gracias a Xbox Velocity Architecture, impulsada por un SSD personalizado que funciona junto con la innovadora tecnología de sistema en un chip (SOC) para proporcionar un juego de hasta 120 FPS.
• Procesador gráfico sobre microarquitectura RDNA 2 con frecuencia de 1,565 GHz y 1440 p. 
• Trazado de rayos DirectX que ofrece iluminación, sombras y reflejos precisos y realistas para dar mayor dinamismo.

Así, veremos que, mientras prácticamente, se trata del mismo procesador entre las 2 Xbox, las diferencias se encontrarán en la lógica gráfica, pues la Series X está pensada para jugar a 4K y Xbox Series S a 1080p y 1440p; también de ahí su baja considerable de precio. 

3: Almacenamiento y conectividad

Otros 2 puntos fuertes de la Xbox Series S: Su conectividad y almacenamiento, los cuales, como dice uno de los slogans de la marca, nos darán “Más inventario y rendimiento sin compromisos”, incluyendo:

• WiFi 802.11ac y enlace de radio de doble banda para los mandos y otros accesorios.
• Incorporación de puerto Gigabit Ethernet y 2 puertos USB 3.1 de primera generación (que se suman al puerto USB delantero).
• 1 salida HDMI 2.1, 1 ranura para tarjetas de expansión de 1 TB de Seagate y 1 conector de alimentación. 

¡Ah! Y aunque la tarjeta de expansión de almacenamiento Seagate se vende por separado, vale la pena totalmente adquirirla, pues sirve para Xbox Series X|S replicando la experiencia SSD personalizada de la consola y proporcionando almacenamiento de juegos adicional con el mismo rendimiento. 

4: Sonido

En este ámbito, la Xbox Series S llega con el sonido espacial 3D, una nueva evolución en tecnología de audio que usa algoritmos avanzados para crear mundos envolventes realistas para las distintas experiencias de juego.

¡Ah! Y si, por otro lado, te preguntabas cuánto ruido produce la consola, es de las silenciosas del mercado, por lo que no competirá con las bandas sonoras ni los efectos. 

5: Títulos y compatibilidad

Finalmente, en este aspecto, la Xbox Series S nos ofrece más de 100 títulos de alta calidad en Xbox Game Pass y miles de títulos actuales, nuevos lanzamientos y consagrados.

Pero, consideración importante: La ausencia de los lectores de Blu-ray y de discos limita las posibilidades de la retrocompatibilidad a los juegos digitales de Xbox 360 o Xbox original que se hayan comprado. 

Aunque, eso sí, los juegos creados con el kit de desarrollo de Xbox Series X|S ofrecen tiempos de carga significativamente reducidos y efectos visuales sorprendentes a hasta 120 FPS.

Tu Xbox Series S

Como viste, la Xbox Series S es una consola que no le pide nada a la Series X pues su procesador, diseño, audio y almacenamiento son prácticamente los mismos, claro, con la consideración del tema gráfico. 

Y, aunque la retrocompatibilidad está limitada, hay que recordar que la nueva generación de videojuegos ofrece la biblioteca de lanzamientos digitales más grande con mundos más dinámicos y tiempos de carga más rápidos. ¡Perfecto!